Ragnaros, el Señor del Fuego

Ragnaros
Ragnaros, el Señor del Fuego

Ragnaros el Señor del Fuego fue un Señor Elemental y maestro de todos los elementales de fuego. Contó con un inconmensurable poder que le permitió gobernar sobre cualquier criatura ligada al fuego desde lo más profundo de la Montaña Rocanegra durante más de trescientos años donde portaba un arma legandaria conocida como [Sulfuras, la Mano de Ragnaros] .

Tras ser desterrado a las Tierras de Fuego, se alió con Alamuerte y Al’Akir para llevar el fin del mundo a Azeroth. Tras tratar de quemar el árbol del mundo del Monte Hyjal, Ragnaros fue repelido y asediado en su fortaleza de las Tierras de Fuego donde fue por fin vencido para siempre.

Biografía

Thunderaan
Thunderaan, Príncipe del Aire

Hace miles de años, Ragnaros y sus hermanos dominaron el mundo. Al servicio de los Dioses Antiguos, lucharon contra los titanes por la dominación del planeta y finalmente salieron derrotados de la contienda y desterrados al Plano Elemental, condenados a quedar prisioneros hasta el fin de los tiempos. Fue entonces cuando los hermanos elementales se enfrentaron entre ellos durante cinco mil años en una batalla en el núcleo del mundo. Durante el conflicto, Ragnaros atacó a Thunderaan, Príncipe del Aire que fue derrotado aunque su esencia no fue consumida completamente. Ragnaros dividió sus restos en dos partes y se las entregó a sus sirvientes Baron Geddon yGarr.

En el centro de un vasto lago de fuego en el Plano Elemental, se erige la Aguja de Sulfuron, el hogar de Ragnaros, desde donde gobierna los subterráneos con puño de hierro.

Hace trescientos años, los despiadados enanos del clan Dark Iron declararon la guerra a sus hermanos, los enanos de los clanes clan Barbabronce y Martillo Salvaje, en lo que se llamó la Guerra de los Tres Martillos. El líder de los Hierro Negro, el Rey Thaurissan asedió la capital de los Martillo Salvaje, Grim Batol y la destruyó. Tras esta victoria los Martillo Salvaje y los Barbabronce decidieron unirse para atacar a los Hierro Negro para devolverles el golpe y destruir su capital, la ciudad de Thaurissan. El Rey Thaurissan, tratando de invocar un esbirro sobrenatural que desequilibrara la balanza de la guerra a su favor, hizo un llamamiento a los antiguos poderes que dormían en la corteza del mundo. Para su sorpresa, la criatura que emergió era más terrible que cualquier pesadilla que hubiera podido imaginar: Ragnaros.

Liberado por la llamada de Thaurissan, el Señor del Fuego volvió a ser un ente en Azeroth una vez más. Su renacer trajo consigo una destrucción apocalíptica que arrasó las Montañas Crestagrana y creó un volcán en el epicentro de la devastación. El volcán recibió el nombre de la Montaña Rocanegra y estaba circunscrito entre la Garganta de Fuego al norte y las Estepas Ardientes al sur. A pesar de que Thaurissan fue asesinado por el ejército que había convocado, los supervivientes de su clan conservaron la vida pero fueron esclavizados por Ragnaros y sus elementales. La mayoría permanecen en las zonas inferiores de la montaña, trabajando dúramente lo que ordenan Ragnaros y sus lugartenientes. A pesar de su esclavitud, rinden culto al Señor del Fuego, al que consideran un Dios Antiguo.

Contemplando la enorme devastación que el fuego de Ragnaros había provocado y la rapidez con la que se extendía hacia las montañas del sur, los reyes Madoran Bronzebeard y Khardros Wildhammer detuvieron el avance de sus tropas y dieron media vuelta hacia sus respectivos reinos. A partir de entonces, Ragnaros trató de encontrar, desde las profundidades del volcán, la forma de llegar al Plano Elemental para reunir su ejército y arrasar Azeroth para reclamar su trono. Mientras tanto, en la Aguja de Sulfuron y por todas las Tierras de Fuego, sus príncipes elementales, sin el control de su maestro, se habían enfrascado en una guerra por la dominación. Sin embargo Ragnaros y sus enanos esclavos no estaban solos en la Montaña Rocanegra. Los orcos de la Horda Oscura se encontraban en la parte superior de la montaña, donde servían a Nefarian, el dragón negro líder del Vuelo Negro. Durante este tiempo, Ragnaros descubrió el secreto para crear vida a partir de la piedra e hizo planes para construir un ejército de imparables golems que le ayudaran a conquistar la totalidad del volcán.

Creadora de Sombras en Azeroth, que nació para contar la historia de mi personaje dentro del maravilloso mundo de World of Warcraft, mostrando el sendero de una Bruja.

One Comment
  1. Reply Therazane, la Madre Pétrea | Sombras en Azeroth 10 mayo, 2013 at 22:16

    […] su superficie con sus vientos, Neptulon golpea con sus olas constantemente sus playas y Ragnaros es un horno que al golpea salvajemente desde el núcleo. Si ninguno de los tres existiera […]